El próximo 20 de Marzo de 2019 a las 21:59 horas UTC tendrá lugar el “Equinoccio
de Primavera” 2019, o punto Cero Aries, en ese momento la duración de las horas
de día será exactamente igual a las de la noche.
Desde esa fecha, que señala el inicio de la estación primaveral, las horas de
día irán en aumento paulatino hasta alcanzar su momento álgido durante el
Solsticio de Verano, Cero Cáncer, el próximo
mes de junio (en el Hemisferio Norte).
La Primavera, Prima-Vera, o primera estación, y su comienzo, que
viene señalado por el Equinoccio Vernal, o punto Cero Aries (precisamente
cuando el Sol en su recorrido aparente anual, a lo largo de la Ecliptica, se
encuentra atravesando el ecuador celeste desde el hemisferio Sur
hacia el hemisferio Norte Celeste, fue considerado, por todas las
antiguas culturas, como el momento del inicio del año.
Ahora cuando el hombre actual presume de ser realmente objetivo, es precisamente cuando deberíamos reflexionar más profundamente sobre el significado que nos muestran los momentos astronómicos clave del ciclo solar anual, los equinoccios y solsticios, y ello no solo por lo que su estudio puede aportarnos desde la cosmovisión simbólica que, parafraseando a Hermes Trismegisto, deriva de la observación y la analogía, sino, mucho más importante aún, porque son precisamente los puntos astronómicos que señalan nuestro anclaje, nuestra orientación espacial, y lo que como destino colectivo es más importante aún , el de nuestra "Nave Tierra", situándola mediante coordenadas precisas en el Cosmos que la rodea, en el que viaja y se halla inmersa.
Es precisamente ahora, cuando se desprecia como una superstición o un engaño aquello que la ciencia considera como un anatema, algo inexistente o falaz, sencillamente porque no entra dentro de lo que considera objeto de su paradigma, ya que no puede probarse la causa de su funcionamiento, no se admite su veracidad, cuando me temo que, más como víctimas que por propia convicción, hemos abrazado como tabla de salvación un clavo ardiente, terminando por aceptar un decreto sumarísimo inviolable, el del frío paradigma científico, que nos es vendido a diario como la única cosmovisión lógica posible...
Sin embargo el cacareado paradigma hoy dominante, carece de respuestas para las más importantes cuestiones del ser humano, olvidando a menudo que sus defensores a ultranza no han enseñado, descubierto, o demostrado nada acerca de la vida ni de la muerte, ni del pecado ni el juicio. Nada han hallado acerca del amor, ni del dolor ni del rescate, nada acerca de la conducta del hombre y del destino del alma, ni del sentido último de la existencia, ni de su esencia o su salvación...
Sin embargo el cacareado paradigma hoy dominante, carece de respuestas para las más importantes cuestiones del ser humano, olvidando a menudo que sus defensores a ultranza no han enseñado, descubierto, o demostrado nada acerca de la vida ni de la muerte, ni del pecado ni el juicio. Nada han hallado acerca del amor, ni del dolor ni del rescate, nada acerca de la conducta del hombre y del destino del alma, ni del sentido último de la existencia, ni de su esencia o su salvación...
Por el contrario, sin despreciar los logros evidentes de la ciencia, lo que solo haría un loco, sin embargo es verdad que venimos observando como a medida que van descubriendo nuevas nebulosas, nuevas partículas subatómicas, nuevos modelos para explicar el funcionamiento del universo, o en otro ámbito de descubrimientos, nuevas vitaminas, nuevos explosivos, etc, resulta también un hecho incuestionable que se alejan, y nos desvían paulatinamente, más aún si cabe, de todo aquello que resulta ser verdaderamente esencial para el ser humano. Esto ha venido sucediendo hasta tal punto que prácticamente se ha dejado todas las respuestas a quien no las tiene, terminando por cruzar la linea roja de no retorno, de tal forma que la Verdad hoy se encuentra tan secuestrada y escondida que ya ni se busca.
Han envenenado las fuentes, minado la tierra, salpicado el cielo, trastornado y pervertido a los pueblos, corrompido la paz, deshonrado la guerra, y suministrado al hombre de la calle tantos instrumentos de autodestrucción y de opresión que toda la familia de los seres vivos ya se está viendo amenazada, mientras sus causantes impasibles o tal vez sólo por verdadera ignorancia, continúan impasibles adelante con su cruzada particular a la que en muchas ocasiones extrañamente denominan "progreso"...
Resulta casual o causal que tal vez a consecuencia de un proceso sincrónico invisible, que une al ser humano con el hilo de lo trascendente, algo que mal que pese a algunos, siempre está subyacente en cualquier proceso como el que denominamos la vida, aunque bien es cierto que la mayoría de ocasiones esa faceta permanece invisible e inaccesible como algo velado, para la mayoría de nosotros, sus protagonistas, durante toda o gran parte de nuestra existencia, pero que de forma verdaderamente extraña puede acabar despertando en la conciencia de unos pocos, normalmente tras vivir sucesos traumáticos, o más exactamente diríamos, aquellos, que por su importancia crucial, resultan únicos por irrepetibles, y por lo tanto extraordinarios para el propio protagonista .
Como les reflexionaba, resulta muy curioso observar como en nuestras pretendidas incrédulas sociedades del s XXI, es precisamente ahora, cuando se consideraban ya superadas todas las antiguas prácticas milenarias, muchas veces tachadas como estúpidas creencias, que hemos estado despreciando hasta la saciedad publicitadas a bombo y platillo y a la mínima oportunidad como supersticiones sin fundamento, es cuando observamos como se renuevan y no paran de asomarse a la vista de todos de nuevo, como si de verdaderos fantasmas se tratase, muchas de esas antiguas prácticas que pretendidamente habían sido enterradas, que hoy se creían totalmente fuera de uso y erradicadas, van cobrando fuerza de nuevo día a día, evidenciando las grandes contradicciones que se hallan presentes en nuestra avanzada sociedad donde el carcomido esqueleto del falso edificio que hemos construido, de espaldas a la tradición, traicionando nuestros propios orígenes, tratando de conformar mediante el inestable y absurdo método de borrar de forma sistemática toda huella indeleble de nuestras propias raices culturales el sueño de un futuro que ha ido, sustituyéndo todo es ese tremendo caudal por principios inestables sometidos al continuo vaivén del oportunismo y las modas pasajeras en lugar de apoyarse en fundamentos y principios sólidamente construidos basados en las sólidas experiencias vividas para avanzar por la via recta que usaron con coherencia nuestros propios antepasados, los que finalmente hoy se nos antoja que desde luego fueron bastante menos estúpidos que lo que interesadamente se nos ha hecho creer en nombre de la ignorancia y la soberbia actuales, donde nuestra propia obra. vemos que dificilmente ya se sustenta en pie
Vemos amenazada desde su propia médula la continuidad de todo este falso proyecto construido únicamente en base a satisfacer lo inmediato de la forma más rápida posible, y en donde a duras penas ya parece que nada puede permanecer, cuando sabemos que carece de buenos y sólidos cimientos, metódicamente sustituidos en base a nuestro paradigma actual, que por contra representan principios, a los que en forma jocosa voy a denominar (porque erróneamente, así es como piensa y los considera la mayoría de nuestros congéneres) como "eternos valores de nuestra cultura actual", cuando la realidad es otra muy diferente: Ni son tales valores ni mucho menos aún eternos, por mucho que traten una y otra vez de engañarnos extraviando nuestra percepción y nuestra conducta, y aunque sean presentados bajo ese paraguas de apariencia, designados y presentados para consumo de la sociedad como siendo los verdaderos pilares de nuestra gloriosa civilización, se basan fundamentalmente en la estrategia de la mentira y en dar la espalda de forma sistemática a todo lo que verdaderamente es importante para el ser humano, los sólidos anclajes con lo trascendente, presentando para su consumo masivo una cultura de plástico, carente de la más mínima lógica de continuidad, como consecuencia banal, de "usar y tirar" , por tanto me temo que sin ningún futuro , que muy probablemente perecerá auto devorada por el rápido y abyecto consumismo de lo inmediato.
Vemos amenazada desde su propia médula la continuidad de todo este falso proyecto construido únicamente en base a satisfacer lo inmediato de la forma más rápida posible, y en donde a duras penas ya parece que nada puede permanecer, cuando sabemos que carece de buenos y sólidos cimientos, metódicamente sustituidos en base a nuestro paradigma actual, que por contra representan principios, a los que en forma jocosa voy a denominar (porque erróneamente, así es como piensa y los considera la mayoría de nuestros congéneres) como "eternos valores de nuestra cultura actual", cuando la realidad es otra muy diferente: Ni son tales valores ni mucho menos aún eternos, por mucho que traten una y otra vez de engañarnos extraviando nuestra percepción y nuestra conducta, y aunque sean presentados bajo ese paraguas de apariencia, designados y presentados para consumo de la sociedad como siendo los verdaderos pilares de nuestra gloriosa civilización, se basan fundamentalmente en la estrategia de la mentira y en dar la espalda de forma sistemática a todo lo que verdaderamente es importante para el ser humano, los sólidos anclajes con lo trascendente, presentando para su consumo masivo una cultura de plástico, carente de la más mínima lógica de continuidad, como consecuencia banal, de "usar y tirar" , por tanto me temo que sin ningún futuro , que muy probablemente perecerá auto devorada por el rápido y abyecto consumismo de lo inmediato.
Sólo un pequeño botón de muestra que en verdad es un gran ejemplo relacionado con las importantes fechas del ciclo solar anual en las que ahora nos encontramos (desde el punto de vista de la verdadera Tradición Perenne universal ó cósmica, qe ahora se ha suplantado por la nada)
Sucede precisamente ahora, cuando creemos haber llegado a la cima del conocimiento que nos ha conducido por fin a ser "verdaderamente libres, lógicos y objetivos", que celebramos el comienzo de cada año, contrariamente a lo considerado en toda la historia de las civilizaciones que han poblado nuestro planeta, el primer día de cada mes de enero, una fecha que fue elegida como un convencionalismo absurdo sin conexión con ningún principio sólido o arquetípico, muy al contrario que la elegida por la Tradición Primordial, (que lo hacia coincidir con el momento preciso señalado astronómicamente por el equinoccio primaveral)
Como constatamos nuestro comienzo del año ha sido señalado atendiendo exclusivamente a un convencionalismo banal, que da la espalda a la más mínima lógica cósmica ó universal, precísamente a lo que es la clave maestra que como toda una lección de sabiduría, fue utilizada para elegir ese momento autogenerativo y especialmente renovador del ciclo anual de la vida, que nos fue legado por nuestros antepasados, sin duda bastante más observadores e inteligentes, que nosotros, ya que por puro sentido de autoprotección, aunque, y en ésto no me cabe la más mínima duda, también por su sentido escrutador de lo trascendente estaban siempre atentos a la realidad del día a día del mundo en el que habitaban, algo de lo que carece ahora por completo en nuestra soberbia e ignorante actual "civilización", más entretenida en la realidad virtual o en la realidad ajena que en la propia, a la que se le da, sin más, la espalda...
Como constatamos nuestro comienzo del año ha sido señalado atendiendo exclusivamente a un convencionalismo banal, que da la espalda a la más mínima lógica cósmica ó universal, precísamente a lo que es la clave maestra que como toda una lección de sabiduría, fue utilizada para elegir ese momento autogenerativo y especialmente renovador del ciclo anual de la vida, que nos fue legado por nuestros antepasados, sin duda bastante más observadores e inteligentes, que nosotros, ya que por puro sentido de autoprotección, aunque, y en ésto no me cabe la más mínima duda, también por su sentido escrutador de lo trascendente estaban siempre atentos a la realidad del día a día del mundo en el que habitaban, algo de lo que carece ahora por completo en nuestra soberbia e ignorante actual "civilización", más entretenida en la realidad virtual o en la realidad ajena que en la propia, a la que se le da, sin más, la espalda...
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