El encuentro planetario de los Cronocratores (Júpiter y Saturno) en 2020 viene matizado por los contactos previos de ambos astros con uno tercero: El astro del final, la renovación o la muerte, Plutón.
Es cierto que, parafraseando a Morin de Villefranche, de los tres, el astro que mejor "estado celeste" presenta es Saturno, cuyo domicilio nocturno tradicional se encuentra en el signo de Acuario, donde se produce la cita, no podemos obviar que el histórico encuentro planetario del Solsticio de Invierno del año 2020 pone fin al actual periodo de transición desde el Elemento Tierra, que entonces finaliza su trigonalis dentro del Gran Ciclo hasta el Elemento Aire, que lo inicia, en cuyo signo fijo Acuario, y redundantemente en su primer grado se produce este encuentro planetario de los Cronocratores contaminado por la presencia y los contactos prévios de ambos con el astro sintonizado con todo lo que representa el final, la transformación y la muerte, Plutón.
Así se puede afirmar que esta próxima conjunción de los Cronocratores en 00º29' Acuario se encuentra sin duda "plutonizada", con todos los matices, favorables y tensos, que ello puede sugerirnos, y muy concretamente para el Viejo Continente tan asociado en su devenir con este ciclo fundamental.
La presencia contaminante previa de Plutón, asociado en ese sentido con Saturno, pone freno a la espontaneidad mediante el establecimiento de límites rígidos y severas normas que no pueden ser burladas sin las correspondientes medidas punitivas, señalando como peligroso todo lo que sea considerado como algo nuevo, sometiendo a la disciplinada sociedad "acuariana" a los rigores de la uniformidad y la persecución sobre cualquier intento de disidencia considerado entonces como un peligro para el colectivo, y poniendo contra las cuerdas la expansiva visión de Júpiter, enterrando las grandes ideas, que entonces serán percibidas como sospechosas, algo muy similar a lo que describiera en su momento Aldoux Huxley en su famosa novela "Un mundo Feliz" .
El significado ortográfico de ese triple contacto parece sugerir un cierto final de lo que ha sido Europa históricamente, la cuna de nuestra civilización: Júpiter - Saturno representan a "Europa" y Plutón a la "Muerte". Es decir la muerte, o el final del estado actual de la Unión Europea, tal y como la conocemos.
Algo bastante coherente teniendo en cuenta que además el 21 de Diciembre de 2020 finaliza el Trigonalis de Tierra y se inicia el de Aire dentro del Gran Ciclo de los Cronocratores.
En esas fechas finalizará el periodo de 200 años de cultura europea, que dio origen a la Primera Revolución Industrial y a la Era del Maquinismo que ha conducido a nuestra civilización, ahora desgraciadamente globalizada, a un desarrollo tecnológico sin precedentes, parejo a una exacerbación de todo lo que la Economía y el materialismo representan hoy, y que lamentablemente ha desembocado en la desproporcionada deshumanización en la que ahora nos ahogamos, algo que por pura lógica ajena a previsión astrológica alguna, sino más bien por puro instinto de supervivencia, debería tocar a su fin, para dar inicio a un nuevo paradigma más humanista en sustitución del mercantilista y mecánico materialismo a ultranza que ahora vivimos.
En ese sentido de destrucción de los valores tradicionalmente relacionados con Europa y las sociedades que componen este crisol de cultura, enmarcamos lo que viene anticipando este deterioro y pérdida de identidad propia: El ataque sistemático que vienen sufriendo todos los países de la cuenca Mediterránea, que cultural e históricamente constituyeron los pilares fundamentales de la denominada "cultura europea". El caso de Egipto deja paso en ese sentido a Grecia, Roma, Portugal y España... hoy sometidos a un proceso de amnesia colectiva forzosa.
Analizando el gráfico de la actual Unión Europea vemos la espectacular posición de la estrella fija Algol, considerada la más maléfica entre todas, que se encuentra en conjunción con la Luna, el astro más elevado en el gráfico posicionado en exaltación en 24º19' Tauro y que representa en Astrología Mundial a las masas populares, en este caso de los países que componen la Unión Europea.
Llama poderosamente la atención que la estrella Algol esté tradicionalmente asociada a la naturaleza o influencia del Duplo Social, Júpiter - Saturno, justamente los dos astros cuyo ciclo rige, como hemos señalado previamente, a la Unión Europea.
En concreto la Unión Europea enfrenta el siguiente cuadro de aspectos durante todo el año 2020.
El momento en el que los orbes son más ajustados entre estos tres astros es el 12 de Noviembre de 2020, apenas un mes antes del encuentro partil final entre Júpiter y Saturno en 00º29' Acuario, el día 21 de Diciembre de 2020, que señala la entrada definitiva en un nuevo ciclo, del elemento Aire tras aproximadamente 600 años de espera, dejando atrás el demoledor, desde el punto de vista humanista, ciclo de encuentros en signos de Tierra, que ha maniatado la parte creativa y espiritual del hombre, aproximándole al nivel de las bestias.
Esta triple conjunción de Noviembre de 2020 significa el climax del control de la dictadura global total, que atenazará por completo a los hombres en pocos años. La tendencia es clara: Perdida de derechos, y libertades hasta ese oscuro momento donde el péndulo habrá llegado a un extremo que resultará insostenible, e invertirá posteriormente su dirección en sentido contrario. La presencia de Plutón-Hades jugando un papel primordial previo al encuentro Júpiter - Saturno de 2020 hay que entenderla como el climax final de una época oscura, que entonces toca fondo para producirse después, durante el posterior despliegue del ciclo Júpiter - Saturno que se inicia el 21 de Diciembre de 2020, y durante los aproximados 20 años de su desarrollo completo, la necesaria transformación que Plutón apunta.
La última conjunción de los Cronocratores se produjo en el año 2000, tuvo lugar en el terrestre y fijo signo de Tauro y aunque la próxima conjunción será aplicativa durante todo 2020 en el signo cardinal de Tierra, Capricornio, no será partil (exacta) hasta el día 21 de Diciembre de ese mismo año en 00º29’ Acuario, en el signo fijo de Aire.
Lo extraordinario de esa conjunción es que sucede por primera vez después de 615 años de no hacerlo en un signo del elemento Aire. La última conjunción que cerró el anterior trigonalis de Aire del ciclo de Cronocratores tuvo lugar el 16 Enero de 1405 en 23º Acuario, por tanto (Si exceptuamos el anómalo encuentro de 1980-82, en Libra, enmarcado ya en el periodo actual de transición Tierra-Aire) Nos damos cuenta de que hace algo más de 600 años Europa se preparaba para el colosal y fructífero advenimiento de lo que acabó por denominarse el Renacimiento.
A partir de 1843 las conjunciones se han venido produciendo exclusivamente en signos de Tierra (excepto la de 1980 a 9º Libra) y han dado lugar a la Ilustración, la Química de Lavoisier, la Metalurgia, la Revolución Tecnológica y el desarrollo de lo que hoy día se conoce como era industrial, pero también, como contrapartida, ha generado el descreído materialismo actual del mundo moderno.
Cuando el ciclo de conjunciones deje de producirse en signos de Tierra y lo haga en signos de Aire el mundo estará preparado para recibir el nuevo paradigma de conocimiento, de libertad, de paz y de justicia, atributos que se asocian al Elemento Aire. Empezaremos a despojarnos de los valores que han dominado los últimos siglos como el poder sobre la materia, el dinero, las posesiones, el egoísmo, el consumo compulsivo y desenfrenado, la productividad intensiva, la obsolescencia programada, degradando el significado del servicio y del trabajo, y elevando la competitividad por encima de los derechos laborales y familiares, todo ello a causa del miedo que embarga a la humanidad, una inseguridad sobrevenida por su incapacidad de recibir luz del entendimiento y de albergar sabiduría mental y espiritual.
El ingreso del ciclo de conjunciones en el Elemento Aire 615 años después de que sucediera por última vez, anuncia un gran paso en el ingreso definitivo de la humanidad en la Era de Acuario, hecho que se verá cumplido durante la siguiente conjunción Urano – Neptuno que se dará en el signo de Acuario allá por el 17 de Enero del año 2165. Esa fecha es definitiva a nuestro entender, ya que los regentes respectivos de Piscis (Neptuno) y de Acuario (Urano) se encontrarán en el signo de la nueva era (Neptuno entrega su cetro a Urano y lo hace en el signo que gobierna éste último, Acuario). Lo que si podemos asegurar con certeza es que antes de 2200 (fin del periodo de conjunciones de Júpiter-Saturno en signos de Aire), la constelación telón de fondo del Sol, el 21 de Marzo, será Acuario y para entonces las promesas y atributos del aguador estarán instalados en la conciencia de la humanidad.
Actualmente, dentro del proceso evolutivo que simboliza el “Año Platónico o año de las doce eras”, la humanidad está a sólo 5 años de ocupar y por 200 años más este punto de inflexión dentro del Gran Ciclo (un periodo de cambios muy rápidos), el único “momento” del ciclo en que el proceso evolutivo de la humanidad pasa de la era de Piscis a la de Acuario. Eso significa un cambio de paradigma radical, necesario y asumible si toda la humanidad apuesta por lo desconocido. Para ello debe y necesita deshacerse todo lastre que le impida ocupar un estado de “menor densidad y de mayor expansión.
Los siglos XXI y XXII serán los periodos de transformación más contundentes que podamos imaginar, especialmente el XXI, ya que se producirán simultáneamente en el tiempo dos transiciones: La debida al cambio de Elemento de las conjunciones de Júpiter y Saturno al pasar de signos de Tierra a signos de Aire (en Acuario).y la transición del punto vernal (longitud del Sol en el equinoccio de primavera) del signo de Piscis al de Acuario. Esta redundancia de eventos cósmico/astronómicos en el tiempo, este doble ingreso en Acuario en ciclos distintos va a generar resonancias múltiples e inevitablemente promete cambios de estado en los seres humanos y por extensión transformaciones en todas las sociedades y naciones del mundo.
Simbólicamente, cuando las conjunciones de Júpiter y Saturno pasan del estado de “sólido” (signos Tierra) al de “gas” (signos Aire) piden transformación o cambio de estado, al igual que sucederá con el paso del punto vernal del signo de Agua de Piscis a otro de Aire, Acuario, así mismo el “hombre arquetípico Pez” (que se mueve en aguas instintivas y sensitivas de la vida y se redime por la fe) pasa al del “Aguador” (Ser que se libera de su animalidad y se redime por la luz del conocimiento).
En simbología astrológica Acuario corresponde a la etapa de mayor libertad que el ser humano puede alcanzar y expresar, es pues el nivel más alto de hombre, un ser de luz más consciente (de su divinidad que de su animalidad), más libre, sabio, solidario y profundamente amoroso, un ser dispuesto a aceptar y a asumir lo que ha de acontecer en los próximos dos mil años, esto es, aceptar la responsabilidad y el derecho de ser el heredero legítimo de la nueva era.
Un buen analisis en consonancia con los planetas en transito sobre varias cartas astrales de la Union Europea y el Reino Unido, pero.........¿que es lo que ha podido pasar en las elecciones del 26 J ?.......¿ha perjudicado a la izquierda la cuadratura Saturno- Neptuno o ha habido un fraude electoral por parte de la empresa contratada por el PP para recontar los votos ( y que ofrecio sus servicios por un cuarto del precio para ganar el concurso si o si ) y que ya habia estado relacionada con la Punica a traves de uno de sus directores generales ? por favor Ernesto analiza un poco todo este turbio y complejo asunto.......
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